29 ago 2011

Mao sobre el arte

Andy Warhol, 1972

Hoy, en el mundo, toda cultura, la literatura y el arte pertenecen a determinadas clases y siguen determinadas líneas políticas. No existe, en la realidad, el arte por el arte, el arte por encima de las clases, ni el arte que se desarrolle al margen de la política o sea independiente de ella.

(...) Para juzgar los deseos subjetivos de un autor, es decir, para juzgar si el autor ha sido guiado por intenciones justas y buenas, no debemos referirnos a sus declaraciones, sino al efecto que sus actividades (principalmente sus obras) tienen sobre las masas en la sociedad.

19 ago 2011

Rudolf Belling (esculturas)

Organische Formen, 1921

 Organische Formen, 1921

Kopf in Mahagoni, 1921

 Skulpture 23, 1923

Skulpture 23, 1923

 
Kopf in Messing, 1925

15 ago 2011

La mismidad de la naturaleza (El jardín de los suplicios)

 Helmer Osslund, Hösten (Otoño), 1907

La naturaleza, vista desde la portezuela de un vagón o el ojo de un buey de un barco, es, siempre, y en todo lugar, semejante a sí misma. Su principal carácter es que carece de improvisación. Se repite constantemente, al tener sólo una pequeña cantidad de formas, combinaciones y aspectos que son una y otra vez, aquí y allá, aproximadamente iguales. En su inmensa y pesada monotonía, no se distingue más que por matices apenas perceptibles y carentes de interés excepto para los domadores de bestezuelas, cosa que yo no soy (...). En resumen, que cuando uno ha viajado por cien leguas cuadradas de país, en cualquier dirección, ya lo ha visto todo. (...) A mí, los árboles me atacan los nervios, y sólo soporto las flores en casa de la modista y en los sombreros. En cuestión de naturaleza tropical Montecarlo habría satisfecho ampliamente mis necesidades de estética paisajística, mis deseos de viajes lejanos... Yo sólo comprendo las palmeras, los cocoteros, los bananos, los mangles, los pomelos y las palmas si, a su sombra, puedo obtener buenos dividendos y hermosas señoritas que mastiquen entre sus dientes cualquier cosa que no sea betel... Cocotero, árbol que da cocottes... Sólo me gustan los árboles en esta clasificación tan parisina.

Octave Mirbeau, El jardín de los suplicios, Ed. Impedimenta, 2010. Trad. Lluís Maria Todó.